miércoles, 24 de abril de 2013

La Copla Negra - Las Chirigóticas - Teatro Valle Inclán

LA COPLA NEGRA - LAS CHIRIGOTICAS 

Teatro Valle Inclán - La Copla Negra

Las Chirigóticas - Teatro Valle Inclán -


La Copla Negra es un espectáculo que coproducen por primera vez una compañía gaditana, las Chirigóticas y el Centro Dramático Nacional, con texto y dirección de Antonio Alamo.

José Luis, junto con su mujer, Carmen, reabre las puertas del local La Copla Negra, después de haber estado clausurado y apuntalado por el estado ruinoso del edificio, con la Olvido, la Manuela y la Chana, a las que contrata, sin sueldo, para llevar el espectáculo además de alegrar y animar a la clientela. Cuando sale a la luz lo que todos veían y nadie se atrevía a decir, un huracán descontrolado de frustraciones y pasiones adormiladas arrasa con todo. 

Estas tres grandes actrices doblan los personajes y nos van desgranando sus vidas, anhelos, desalientos y
sueños encerrados en historias de amor, traiciones, venganzas y rencores que cantan las coplas y el humor, la picaresca, el engaño, la estafa, los favores y la burla de la ley en el relato de las chirigotas carnavaleras.

El hombre, muy macho, puntal de la familia y la mujer, sin que apenas se note, con el peso de que todo funcione, como una leona en defensa de su manada, ocurra lo que ocurra.

Antonio Alamo, cordobés, escritor de novela, cuentos, teatro, actor, director largamente premiado, nos lleva con las Chirigóticas, por este drama duro y amargo de sinsabores y fatiguitas con su miajita de humor andaluz, de Cádiz y nos conmueve y hace reir con estos vulnerables, soñadores y luchadores personajes que van tirando p'alante como pueden.

Aun con el implacable 21 % de IVA acercaros a disfrutar La Copla Negra y seguir de cerca a estas fantásticas, descaradas e increíbles gaditanas.

jueves, 18 de abril de 2013

Transición -Teatro María Guerrero




TRANSICION - Teatro María Guerrero 

Transición - Alfonso Plou y Julio Salvatierra 


En el Teatro María Guerrero de Madrid se unen las compañías L’Om Imprebis, Teatro Meridional y Teatro del Temple para representar la obra de Alfonso Plou y JulioSalvatierra, Transición, dirigida por Carlos Martín y Santiago Sánchez.  

En un plató de televisión con grandes pantallas emitiendo documentación de la época se graba un debate sobre la Transición.
En una habitación de hospital permanece ingresado Adolfo, al que el alzeihmer, enreda en su memoria los sucesivos acontecimientos de esta época que protagonizó hasta ser Presidente de Gobierno y su posterior dimisión.

Estos dos decorados se solapan recreando los episodios de este período duro y difícil pero a la vez de gran ilusión y esperanza para la ciudadanía que el costoso consenso para consolidar
 grandes pactos hizo posible la llegada de las libertades y un nuevo orden social y de convivencia bajo la Constitución.

Antonio Valero, estupendo en su papel de Adolfo, muy bien arropado por todos los demás actores, nos pasea por la época y devuelve sonrisas y nostalgia a los no tan jóvenes que andábamos por ahí entonces.

Quién nos iba a decir que en el siglo XXI volveríamos a salir a la calle, con una fuerte presión policial,  en defensa de los logros sociales, subordinados a cifras macroeconómicas, impuestas por no sabemos muy bien quién que nos asegura que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y nos castiga a pagar demasiado caro todos sus desmananes. Además de los demasiados y cotidianos casos de corrupción se despachan con un "y tú más".

Lo que se construyó con tanto trabajo y empeño se va desmoronando y cayendo ante el estupor, rabia e impotencia de una población acorralada, sin empleo, sin horizonte de futuro y.... sin ahorros.

El teatro, la cultura, aún con el demoledor 21 % de IVA, y una ciudadanía que no se rinde mantienen una lucecita de esperanza.










lunes, 15 de abril de 2013

Estudio de 35 m Convertible - Emeconeme

Estudio de 35m Convertible - Emeconeme  

Emeconeme - Estudio de 35 m 


Estudio de 35m Convertible - Emeconeme

Todo empezó con un vestidor. 


leonera
leonera
 Mis hijos han sido independientes, aventureros y un punto bohemios (alguno, más de un punto). Se marcharon muy pronto de casa pero dejaron sus huellas. Huellas almacenandas desordenadamente a la espera de una hipotética ubicación: juguetes infantiles, diarios adolescentes, fotos, recuerdos de viajes juveniles, discos, libros del Bachillerato, apuntes de la Universidad, más discos, equipos de deporte, carpetas y más carpetas de master, ropa , restos de mudanzas varias y algún etcétera más. No podían entender  que yo tuviera la poca sensibilidad de sugerir la posibilidad de eliminar todo ese acopio de objetos, con el gran  valor sentimental que  aquello suponía.

En vista de que "aquello" no solo no se movía, sino que iba en aumento y yo quería concretar lo que hacía tiempo me rondaba la cabeza, decidí repartir todos esos sentimientos para disfrute personal en sus apartamentos respectivos y me puse, nunca mejor dicho, manos a la obra.


Vestidor

Convertimos la leonera en mi ansiado vestidor.










Vestidor


Un vestidor y... algo más. Ya puestos, hemos transformado una parte de la casa en un estudio convertible que, incorporamos al resto del piso o no, según nos convenga. Vivienda, lugar de trabajo, espacio para presentaciones o sala de reuniones o, o, o......dar rienda suelta a la imaginación. Mucha rienda suelta, tampoco, son 35 metros.

El responsable de esta transformación se llama Fernando Muñoz del Estudio Emeconeme. Contacté con él en la última exposición de Casa Decor en Madrid, curioseando aquí y allá. Me llamó la atención que en esa gran exposición con gran derroche de metros útiles, hubiera alguien que se interesara por espacios pequeños. Su stand de 27 metros cuadrados albergaba todo lo necesario para instalarse una pareja, muy bien avenida, o una persona sola. Cocina, baño, estar-dormitorio, zona de trabajo, de ocio, plantas, y hasta vestidor. Un chico educado, de sonrisa fácil, y muy atento, me enseñó el resultado del proyecto en el que él y su equipo habían trabajado con entusiasmo. Me gustó.

Planos
Preparaci
Bastante dudosa de que toda esa imaginación asumiera mis posibilidades económicas, le llamé. Tenía tres ofertas. Una descarté y me quedé con dos, pero Fernando ya me había atrapado con sus ideas, sus planos, simpatía y vitalidad. Me presentó a Vicente, un gran profesional al mando de un buen equipo de operarios.


Demolición




Medimos, revisamos, cambiamos planos, volvimos a medir y revisar, ajustamos precios y empezamos






Et.......  VOILA!!

A fin de no desperdiciar ni un centímetro de cada uno de los 35 metros que mide el estudio, paneles japoneses ocultan o abren espacios, según el momento del día y la utilidad precisa.

Sala de reuniones

Trabajo

Fiesta

Cine
Dormitorio

Baño

Estar
Cocina
Este VOILA absorbió el tiempo de verano en que los amigos, siempre tan entrañables, enviaban fotos desde sus lugares de descanso. Yo también disfruté mi Resort.
Resort



Resort
















Pasamos buenos ratos Fernando y yo recorriendo almacenes.


Mi consorte, aunque refunfuñó y protestó sin parar, aguantó toda la demolición  y cooperó recibiendo operarios, materiales, y acompañándome a buscar, a cualquier sitio, lo que iba surgiendo. Ahora enseña orgulloso el resultado. ¡Hombres!. 



No se puede quejar. Le he dejado este rinconcito en el hueco de escalera para que guarde sus herramientas y todo lo que quiera.

Herramientas
Y tan contentos!!!!!



lunes, 1 de abril de 2013

El Hijo del Acordeonista - Bernardo Atxaga - Teatro Valle Inclán

El Hijo del Acordeonista  - Bernardo Atxaga

Teatro Valle Inclán 

El Hijo del Acordeonista - Bernardo Atxaga



El teatro Valle Inclán de Madrid sube a escena,  El Hijo del Acordeonista, basada en el libro de Bernardo Atxaga. Es la primera vez que se unen   los teatros de las tres capitales vascas: Teatro Arriaga de Bilbao, TeatroVictoriaEugenia de San Sebastián y Teatro Principal de Vitoria en una coproducción junto con Tanttaka Teatroa, que conduce Fernando Bernués.

En una cama de un hospital californiano David, gravemente enfermo, se prepara para una operación con pocas probabilidades de sobrevivir. En estos momentos, que intuye definitivos, repasa los recuerdos que le han acompañado durante los más de 15 años vividos en el rancho que antes fue de su tío Juan y, donde, según sus palabras, nunca estuvo más cerca del paraíso, que empezó desgranando en unas líneas escritas en euskera y han completado un libro.

La infancia y juventud en su pueblo natal en un lugar del País Vasco donde era conocido como el hijo del acordeonista, instrumento que él también tocaba acompañando a su padre. El descubrimiento con horror de la colaboración de su padre con los fascistas y su unión  a la lucha  antifranquista en compañía de su amigo Joseba. El  exilio a Francia, la cárcel. El regreso a su lugar donde ya no hay hueco para él y su largo viaje en busca de una nueva vida al lado de su querido tío Juan.
Entre todos sus afectos, el de su  madre, siempre a su lado, apaciguando la violencia y sinrazón que se iba apoderando de todos ellos y por la que vuelve clandestinamente del exilio al pueblo cuando sabe de su muerte, sin calibrar las consecuencias. 

Joseba, requerido por Mary Ann, la mujer de Juan, acude a visitar a su amigo y en ese último encuentro, le revela lo que tantas veces quiso contarle y nunca se atrevió.

Esta conmovedora y emotiva historia la presentan en el escenario unos estupendos actores a través de  la recogida y descenso de diferentes estores que muestran la sucesión de escenas que forman el conjunto de la obra con la continua presencia del acordeón y su música.  Muy bonito.

La obra de Bernardo Atxaga, seudónimo de José Irazu Garmendia, largamente premiado, reconocido como uno de los mejores escritores en  lengua vasca, abarca todos los géneros literarios. Es miembro de la RealAcademia de la Lengua Vasca, además de otras Instituciones.
Nació en Asteasu, Guipúzcoa en 1951. Estudió Económicas en Bilbao y realizó variados trabajos que compatibilizó con la escritura. En los setenta  publicó su famoso poemario Etiopía. En los años 80 marchó  a Barcelona, se licenció en Filosofía y Letras y ya se dedicó profesionalmente a la literatura.


Me encontré con Bernardo Atxaga a través de la película de Montxo Armendáriz en 2005,  Obaba, basada en uno de los cuentos de su obra Obabakoak, lo que me llevó a acercarme al libro. Me gustó mucho por el mimo con que trata a sus personajes, el entorno y el realismo mágico que impregna sus cuentos.

Ahora he tenido otro encuentro, éste real, en el espacio Los Lunes con Voz del teatro Valle Inclán, en el que
el lunes pasado, Bernardo Atxaga nos hizo pasar un rato muy agradable con su poética charla: Reacciones ante una piedra rayada, seguida de un concierto del cantautor vasco Ruper Ordorika,  colaborador de Bernardo Atxaga desde hace muchos años poniendo música a sus poemas, además de componer sus propias canciones, y el violinista Arkaiz Miner. Disfruté mucho, tengo familia vasca y asomó la nostalgia. Reconforta dejarla pasar de vez en cuando. Desde luego, una tarde redonda con unas cervecitas con los amigos asistentes al acto como colofón.