domingo, 8 de julio de 2012

Customiza tus zapatos - Sanpel


Customiza tus zapatos - Sanpel

Sanpel en la calle Berruguete de Madrid 

Zapatos personalizados 

Sera y Vicente son dos currantes que llevan calzando a la alta sociedad madrileña y no tan alta y no sólo madrileña, desde los años 80. Toda la que entre en Sanpel en la calle Berruguete, esquina a la calle Burgos de Madrid, puede probarse cualquier modelo de zapato de los expositores y, si le gusta y le está bien, comprarlo. O, si prefiere customizarlo, elegir del muestrario de pieles y colores y mezclarlo a su gusto en el número que necesite. En unas dos semanas están listos.




Sera trabajaba de jovencilla en una conocida casa de Madrid. A menudo, tenía que ir a recoger zapatos

encargados a un taller donde conoció a Vicente. Cada uno siguió su camino y sus quehaceres. Pasados dos años volvieron a encontrarse para no separarse jamás.





 Vicente, reconocido patronista y artesano de
zapatos, se fijó, además de en la guapa, menuda, vivaracha y risueña chiquilla que le cautivó, en sus dotes con la aguja bordando. La convenció, y ella no pudo resistirse, de que sustituyera el bordado por el cosido de zapatos y uniendo sus vidas y habilidades, serían los más felices del mundo. Invirtieron toda esa ilusión, y algo más, en un taller y se lanzaron a fabricar sus propios zapatos. Mas tarde se unió su hijo al equipo. Y en eso están y estarán complaciendo a su abultada y exigente clientela.



Cuando voy a la tienda paso un buen rato charlando con Sera mientras selecciono, de todos los que me gustan, el modelo que me llevaré y cómo lo voy a customizar. Vicente, muy serio y atareado con sus patrones y los encargos, me hace poco caso, hasta que, con alguna broma, le arranco una sonrisa y se suma a la charla y a la búsqueda del zapato adecuado para la ocasión que he venido a buscar. Siempre acierta.



 Ya me ha encandilado con algún modelo que va a sacar la próxima temporada.



lunes, 2 de julio de 2012

Orquesta Club Virginia - Naves del Matadero

ORQUESTA CLUB VIRGINIA

NAVES DEL MATADERO

 

 




Miguel Iborra ha llevado a la sala 1 del Matadero de Madrid la versión teatral de la Orquesta Club Virginia con los mismos actores que reunió para la película hace 20 años.


Es una obra tierna y divertida que cuenta los sueños, ilusiones, alegrías, anhelos y miserias que se enganchan a los componentes de la Orquesta, alejados de la familia, en entornos extraños, a la expectativa del contrato que les llevará al gran éxito y reconocimiento de su talento. A este conjunto de los años cuarenta, con repertorio de boleros, habaneras, rancheras y música tradicional, se une un joven, hijo del gruñón, mujeriego
y autoritario director de la orquesta que quiere introducir nuevas músicas al sonido de su guitarra eléctrica.
El antiguo Matadero, en el Paseo de la Chopera, hace tiempo que está consolidado como referente cultural de la ciudad.de Madrid. En su reconversión se ha respetado la estructura y arquitectura de la época y, en las distintas dependencias, se puede disfrutar de teatro, cine, danza, música, exposiciones, conferencias, cursos, etc.y, el próximo otoño, en los antiguos frigoríficos se instalará la Casa del Lector. No será una gran biblioteca sino Centro de Investigación, Encuentros Internacionales, etc.,
También dispone de un bar, muy agradable, con cositas ricas y a buen precio, con el atractivo añadido de la terraza en verano, en un marco ideal para aliviar los calores de las noches madrileñas. A la concurrencia habitual se unen, después de las funciones, los actores de las obras en cartel, los músicos de los conciertos, lo que te acerca al lado humano de estos personajes que, hace un rato, te han hecho vibrar y vivir otras historias..
La primera vez que vi algo así fue, hace años, en Berlín, en una antigua fábrica de cervezas. Me pareció fantástico.
Asistir a la representación de la Orquesta Club Virginia era algo entrañable y casi familiar para mí. Un reencuentro con actores nuestros, muy conocidos. Con algunos he rematado el día en el salón de casa durante semanas. A Antonio Resines, Director de la Orquesta, le he visto muchos veranos andando por la plaza de Comillas y acercándose con su Vespa al bar del Puerto a tomar un blanquitu y disfrutar de los amigos y del maravilloso panorama que se abre desde allí.
Ahora ha producido ""El Pájaro Amarillo" la gesta del aeroplano cruzando el Atlántico, con salida desde Estados Unidos en el año 29 y destino París,  pero, por falta de gasolina, tuvo que hacer un aterrizaje forzoso en la Playa de Oyambre, donde se erigió un monolito conmmemorativo.A los pies de este monolito hemos estirado las toallas, compartido juegos, dado grandes paseos por esa playa interminable y tomado el sol, cuando el tiempo lo permitía, durante muchos años y más que vendrán.

Con ese amor que Resines pone a las cosas de su tierra, que también es un poco mía por ascendencia materna, no me lo puedo perder.